En el día de ayer se conoció la iniciativa del Ministro de Turismo y Deporte, Dr Héctor Lescano, de evaluar la posibilidad de que en caso de que la selección uruguaya continuara exitosamente su participación en el Mundial, se enviara una delegación gubernamental integrada por representantes de todos los partidos políticos con representación parlamentaria.
La información surgió como una iniciativa, no como una decisión tomada, menos aun se formuló invitación a ningún dirigente de la oposición. Los medios de prensa simplemente dieron cuenta de un planteo que el Ministro había formulado a la interna del Poder Ejecutivo, sin que siquiera se conociera la existencia de alguna decisión al respecto.
Sin embargo, el Dr. Bordaberry se “rasgó las vestiduras” como si se tratara de una propuesta indecente y calificó la iniciativa como “vergonzosa, rechazándola como quien ha recibido una ofensa, poniendo el grito en el cielo y amenazando con convocar a Sala al Ministro para que de explicaciones de su idea.
Sorprendente y totalmente desproporcionado.
En primer lugar, se trata de una información sobre una iniciativa del Ministro Lescano que ni siquiera se ha convertido en propuesta concreta. Por lo tanto, solo se trata de una sugerencia que, podrá compartirse o no, pero que no se ha convertido en invitación alguna.
En segundo lugar, se trataba de una eventualidad que estaba sujeta a que nuestra selección lograra, lo que todos queremos, es decir dos triunfos más para acceder a la final de la Copa del Mundo, porque solo en ese caso es imaginable la presencia gubernamental.
Es una costumbre que los gobernantes de los diversos países que disputan la final estén presentes en el estadio acompañando a su selección en la instancia decisiva.
Por lo tanto, carece de todo sentido salir a cuestionar “por las dudas”, una iniciativa de este tipo. Además, no parece razonable responder con una “piedra en la mano” a un planteo que, nadie duda, estuvo motivado por la búsqueda de incluir en forma abierta a todos los partidos en una eventual celebración, continuando de esta manera una línea de actuación del nuevo gobierno que merece nuestra valoración.
Todos los que conocemos al Ministro Lescano sabemos que no estuvo en su ánimo otra cosa que proponer un gesto de apertura y buena fe hacia los partidos de oposición.
Por otra parte, nadie se ofendió hace un par de meses cuando la Cancillería invitó, a costo del Estado, a un representante de cada partido para que integrara la delegación uruguaya que fue a escuchar el fallo del Tribunal de La Haya. Nos pareció a todos un gesto muy positivo del gobierno y una demostración de unidad nacional frente a un conflicto internacional.
Pero, finalmente, además debe valorarse que no se pretenda capitalizar un logro deportivo en forma exclusiva, sino que se haya pensado integrar a todos en una celebración que, en caso de darse, será monumental por la importancia cultural que nuestro fútbol tiene en la construcción de nuestra identidad nacional.
Ah; por las dudas, aclaro que no he recibido ninguna invitación para viajar a Sudáfrica.
miércoles, 30 de junio de 2010
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