miércoles, 30 de junio de 2010

El viaje a Sudáfrica: una polémica sin sentido

En el día de ayer se conoció la iniciativa del Ministro de Turismo y Deporte, Dr Héctor Lescano, de evaluar la posibilidad de que en caso de que la selección uruguaya continuara exitosamente su participación en el Mundial, se enviara una delegación gubernamental integrada por representantes de todos los partidos políticos con representación parlamentaria.

La información surgió como una iniciativa, no como una decisión tomada, menos aun se formuló invitación a ningún dirigente de la oposición. Los medios de prensa simplemente dieron cuenta de un planteo que el Ministro había formulado a la interna del Poder Ejecutivo, sin que siquiera se conociera la existencia de alguna decisión al respecto.

Sin embargo, el Dr. Bordaberry se “rasgó las vestiduras” como si se tratara de una propuesta indecente y calificó la iniciativa como “vergonzosa, rechazándola como quien ha recibido una ofensa, poniendo el grito en el cielo y amenazando con convocar a Sala al Ministro para que de explicaciones de su idea.

Sorprendente y totalmente desproporcionado.

En primer lugar, se trata de una información sobre una iniciativa del Ministro Lescano que ni siquiera se ha convertido en propuesta concreta. Por lo tanto, solo se trata de una sugerencia que, podrá compartirse o no, pero que no se ha convertido en invitación alguna.

En segundo lugar, se trataba de una eventualidad que estaba sujeta a que nuestra selección lograra, lo que todos queremos, es decir dos triunfos más para acceder a la final de la Copa del Mundo, porque solo en ese caso es imaginable la presencia gubernamental.

Es una costumbre que los gobernantes de los diversos países que disputan la final estén presentes en el estadio acompañando a su selección en la instancia decisiva.
Por lo tanto, carece de todo sentido salir a cuestionar “por las dudas”, una iniciativa de este tipo. Además, no parece razonable responder con una “piedra en la mano” a un planteo que, nadie duda, estuvo motivado por la búsqueda de incluir en forma abierta a todos los partidos en una eventual celebración, continuando de esta manera una línea de actuación del nuevo gobierno que merece nuestra valoración.

Todos los que conocemos al Ministro Lescano sabemos que no estuvo en su ánimo otra cosa que proponer un gesto de apertura y buena fe hacia los partidos de oposición.

Por otra parte, nadie se ofendió hace un par de meses cuando la Cancillería invitó, a costo del Estado, a un representante de cada partido para que integrara la delegación uruguaya que fue a escuchar el fallo del Tribunal de La Haya. Nos pareció a todos un gesto muy positivo del gobierno y una demostración de unidad nacional frente a un conflicto internacional.

Pero, finalmente, además debe valorarse que no se pretenda capitalizar un logro deportivo en forma exclusiva, sino que se haya pensado integrar a todos en una celebración que, en caso de darse, será monumental por la importancia cultural que nuestro fútbol tiene en la construcción de nuestra identidad nacional.

Ah; por las dudas, aclaro que no he recibido ninguna invitación para viajar a Sudáfrica.

jueves, 24 de junio de 2010

Senado votó las primeras venias de la oposición

Hoy fue un día histórico en el Senado. Por primera vez desde que el Frente Amplio llegó al poder en marzo de 2005, se aprobaron venias para que la oposición se integre a la administración. Se trata de una primera tanda de diez designaciones de blancos, colorados e independientes. Falta aprobar tres venias del Partido Colorado.

El secretario general colorado Pedro Bordaberry pidió al Frente Amplio que las venias de su partido no se voten hasta que él regrese del exterior la próxima semana. Sin embargo, miembros de la minoría colorada (Proba) plantearon al vicepresidente Danilo Astori que hoy se aprueben las venias de su sector y así se hizo.

Hoy se aprobaron las siguientes venias de directores nacionalistas (todos de Alianza Nacional): Daniel Corbo en ANEP, Washington Ribeiro en el Banco Central, Carlos Camy en Ancap y Rodrigo Goñi en la Corporación Nacional para el Desarrollo.

También dos venias coloradas, de Proba: Juan Justo Amaro Cedrés en Ancap y Alberto Iglesias (h) en el BSE. Además, se votaron dos venias de las tres disponibles del Partido Independiente: José Luis Damonte en el BHU y Dardo Rodríguez en el INAU. Además se votaron las designaciones de dos frenteamplistas en el INAU: el presidente Javier Salsamendi y el vicepresidente Jorge Luis Ferrando.

Para la próxima semana quedan las venias de representantes de Vamos Uruguay que ya llegaron al Senado: Fernando Scrigna (Banco República), José Garchitorena (UTE), Carlos Guariglia (Antel) y Teresita González (Consejo de Primaria).

Alcances y desviaciones de los acuerdos en educación / Pablo Mieres

De los cuatro grupos de trabajo multipartidarios que se formaron por iniciativa del Presidente Mujica, el de educación era en el que más difícil iba a resultar alcanzar acuerdos. Las diferencias existentes en materia educativa entre los diferentes partidos resultaban muy notorias y visibles; particularmente la Ley de Educación que había aprobado el partido de gobierno al final de la pasada legislatura marcaba una fuerte discrepancia en sus contenidos que era el reflejo de desacuerdos sobre muy variados aspectos de esta materia.

Sin embargo, a pesar de los pesares los representantes de los cuatro partidos destinaron un enorme esfuerzo a identificar y consignar las coincidencias y acuerdos existentes para plasmarlos en un texto o documento que contara con el aval de todo el sistema político.

Dicho documento fue finalmente acordado hace poco más de un mes, y si bien reconoce la existencia de “importantes diferencias, especialmente en cuanto a la Ley de Educación”, se ha reconocido que recoge acuerdos relevantes aunque notoriamente insuficientes.

Los acuerdos se consignan a lo largo de 24 páginas y abarcan los diferentes niveles de enseñanza, desde la educación en la primera infancia hasta la educación terciaria. Incluso recoge el acuerdo para realizar algunos cambios en la Ley de Educación.

En tal sentido, desde ya anunciamos que nos disponemos a redactar un proyecto de ley que recoja los acuerdos alcanzados en este sentido para que la Ley de Educación sea efectivamente corregida en consonancia con los consensos obtenidos.

Sin embargo, lamentablemente el gobierno parece dispuesto a desconocer uno de los contenidos que explícitamente se acordaron en dicho Grupo Multipartidario y ha enviado al Parlamento un Proyecto de Ley que contradice en forma flagrante lo que el Documento expresamente dispone.

Nos referimos a un tema muy importante. Se trata de la norma que crea la Agencia de acreditación y evaluación de las instituciones universitarias. Hoy en día todo sistema de educación superior que quiera ser reconocido como de calidad, serio y moderno debe contar con un ámbito independiente técnica y políticamente que cumpla con la función de acreditar y evaluar a las instituciones que se encargan de la formación terciaria.

Todos los países modernos han puesto en funcionamiento un ámbito de estas características y su ausencia es una señal rotunda de falta de transparencia o incertidumbre sobre la calidad de lo que se enseña. También todos los países modernos poseen normas que establecen que el organismo evaluador debe ser independiente de las instituciones que van a ser acreditadas y evaluadas. Obviamente, además, la normativa comparada en esta materia establece que la agencia encargada de esta función debe tener competencia para evaluar y acreditar a todas las instituciones universitarias tanto públicas como privadas, con independencia de su origen y naturaleza.

Sin embargo, el año pasado el gobierno envió al Parlamento un proyecto de ley que creaba esta agencia con el grave defecto de que dejaba fuera de su competencia a la Universidad de la República y, es más, otorgaba a esta un papel importante en la evaluación y acreditación de las restantes instituciones universitarias. Establecía el pésimo criterio de que una de las universidades no solo no fuera evaluada sino que participara con protagonismo en la evaluación de las restantes.

En el Grupo de Trabajo sobre Educación se alcanzó un acuerdo en el que expresamente se estableció que la Agencia a crearse debería abarcar tanto a las instituciones públicas como privadas y tan es así que el documento dice: “Promover y asegurar la calidad de las instituciones públicas y privadas. Con ese propósito existe acuerdo en la creación de una Agencia independiente del sistema político, de las propias instituciones educativas y de las corporaciones, que cuente con recursos y personal técnicamente capacitado …para asegurar la calidad de la educación terciaria”. Más claro echale agua.

Pues bien, demostrando un preocupante desconocimiento de lo acordado, el gobierno ha enviado al Parlamento la misma norma (idéntica) a la que se pretendió aprobar el año pasado, dejando fuera de la competencia de la Agencia a la Universidad de la República.

Habrá que preguntarse cómo hará el firmante del Documento en representación del partido de gobierno, que es además jerarca del propio Ministerio que envió el proyecto de ley, para explicar lo inexplicable. Más aun, con qué autoridad pretenderá ejercer sus funciones luego de poner en cuestión nada más ni nada menos que su palabra y su firma.

Estamos frente a un lío muy gordo, en donde además lo más grave es que la norma propuesta supone una “trampa al solitario” para la propia Universidad de la República, que debería ser la primera en reclamar ser objeto de evaluación por parte de dicha Agencia para poder dar plena constancia de su calidad y nivel de enseñanza.

Justamente, la más perjudicada a la larga es la misma Universidad de la República que, en lo inmediato zafa de la evaluación y puede encerrarse en la autocomplacencia, aumentando significativamente el riesgo de no asumir los mejores estándares de calidad en un mundo que cada vez más exige una puesta al día permanente en procesos de mejora continua de la gestión y de la calidad académica de todas las instituciones universitarias.

Discurso y realidad / Hebert Gatto

Pese a su corta gestión debe aceptarse que nuestro Presidente es un hombre bien inspirado. Al procurar la unidad nacional desde el inicio de su gestión y, al paso, atenuar la originaria inspiración antisistémica de su propio grupo político, ha hecho ya mucho por la normalización de la política uruguaya.

Puede afirmarse que ahuyentó al último de los espectros revolucionarios: la guerrilla devenida gobierno. Salvo raquíticos ejemplares no queda, a derecha ni a izquierda, ningún grupo que sueñe con operar al margen de la Constitución. Resta, es cierto, algún pequeño partido y sus acólitos sindicales, que continúan apoyando anacronismos como la "dictadura del proletariado" o la revolución antiburguesa, pero en tanto las difieren hasta la "crisis terminal del capitalismo", de hecho nadie turba la pacífica institucionalidad uruguaya. Algo que no podía proclamarse tan enfáticamente hace tan sólo diez años, cuando aún se soñaba con la insurgencia de las periferias.

Tan excelente virtud de Mujica, opaca otros defectos, que lamentablemente también tiene. Uno la facundia, otro la ingenuidad, un tercero la falta de planificación y la consiguiente improvisación. El hombre habla demasiado y por si no bastara, escribe. En los últimos tiempos nos ha propinado más reflexiones filosóficas que cualquiera de los presidentes anteriores, y conste que no todos cultivaron el don del silencio. Y aún cuando muchos de sus consejos colaboraron con su propósito de integración nacional, en su afán de persuadirnos que todos conformamos un mismo equipo, otros tantos se perdieron en un voluntarismo vacío. Quizás donde estas falencias se patenticen más agudamente es en temas concretos, como el conflicto con Argentina por la planta celulósica.

Parece que ahora, no obstante los iniciales desmentidos del canciller y la primera dama, habilitaremos el monitoreo conjunto dentro de la fábrica Botnia- UPM, zona no alcanzada por el Tratado. Nuestro Presidente, fiel a su estilo, facilitó el levantamiento del bloqueo, mediante una críptica columna, a lo Mao y las Cien Flores, adelantando que a quien controla deben dolerle prendas, caso contrario ni se esmera ni le creen los afectados. No creyó del caso aclarar, que en contra de lo que sostienen los vecinos, nada nos obliga a tan graciosa concesión, ni menos explicó -despertando la fea sospecha de una diplomacia secreta-, que la soberanía no es moneda de cambio para el cese de ilegalidades ajenas.

Es cierto que vivimos en tiempos donde los procesos de globalización económica y sus secuelas ambientales imponen la más amplia colaboración internacional, en especial en países tan interrelacionados como Uruguay y Argentina. También lo es, que si las cosas se hacen con claridad y cuidado en las formas, aquello que otorguemos deberá obtener simétrica contrapartida. Pero nada se obtiene con sólo buenas palabras, apelaciones a la hermandad o colaborando con administraciones ajenas y pasajeras. Para conseguirlo se necesita cuidar la pluma, ser precisos en los términos de los acuerdos y recordar que los Estados duran más que los gobiernos pero practican la misma flaqueza de memoria.

miércoles, 16 de junio de 2010

Independientes de Salto están dispuestos a colaborar con el gobierno del PC

Marisel Calfani, dirigente del Partido Independiente dijo a la prensa local que en su partido tienen “una forma diferente de hacer política, las propuestas eran y son de que a nivel departamental tienen que haber acuerdos interpartidarios para sacar del pantano algunos temas, para nosotros eso siempre fue bandera”

Recordó que “a nivel nacional inmediatamente de las internas, Pablo Mieres llevo a cada uno de los candidatos una propuesta con 5 o 6 puntos, y planteaba que se hicieran acuerdos interpartidarios para sacar esos puntos adelante. Lo que quiere el Partido Independiente -y siempre lo quiso- fue eso, y por suerte a nivel nacional con Mujica se esta llevando a cabo”.

Calfani significó que “a nivel departamental estamos contentos porque el intendente electo también esta con esa forma diferente de hacer política. Siempre dijimos que el Partido Independiente estaba dispuesto a ayudar a gobernar, sea cual se al partido ganador”.

“Estamos dispuestos a llegar a algún acuerdo, todavía no hemos establecido en que y cómo, pero el abanico esta abierto, desde la primera reunión que mantuvimos con Germán se lo planteamos, nosotros queremos que Salto salga adelante, estamos en política por la gente y creemos que esa es la forma de hacer política”.

La dirigente aseveró que “al partido Independiente le interesan todas las problemáticas de Salto y la Región, y estamos dispuestos a colaborar donde se nos requiera. Hay muchas cosas por hacer, hay mucho por arreglar. El próximo gobierno, de acuerdo a lo que hemos conversado y escuchado del gobierno electo, va a tocar diferentes temas, no va a dejar nada de lado, además incorporar cosas que no se ha hecho”.

“Estamos dispuestos a colaborar en donde Germán nos necesite” concluyó.

martes, 15 de junio de 2010

Lo que viene y lo que falta / Martín Apecech

Aunque los resultados numéricos, de casi todos los lugares donde el Partido Independiente compareció el pasado 9 de mayo, no fueron los que deseamos, en ninguno de los casos podemos concluir con una evaluación negativa y menos aún extremarnos, dictaminando un fracaso. La participación del Partido, con sólidas propuestas en cada programa departamental e idóneas personas como candidatos, cumplió con el deber republicano de proponer a la ciudadanía una alternativa viable y diferente a la que ofrecía el menú electoral, permitiendo así, que miles de ciudadanos con clara y firme convicción independiente, tuvieran el derecho y la posibilidad de sufragar por una opción que no fuera las de los partidos tradicionales de izquierda y derecha.

Sin embargo, tras el desenlace de aquel domingo, para algunos analistas, el Partido Independiente se ubica como un partido testimonial, con un escaso peso electoral y por lo tanto sin posibilidades de incidencia en los temas elementales del país. Ciertamente, para los Independientes nos resulta muy complejo crecer, cuantitativamente y en términos globales cuando se trata de instancias electorales departamentales, más aún con las rígidas reglas electorales actuales; es real, ello nos limita en participar de decisiones de muchos asuntos, pero aclaremos y subrayemos: nos limita, no nos impide.

El criterio de apertura que impuso el nuevo gobierno nacional electo, dio paso a un proceso de negociaciones para integrar a la oposición en cargos de organismos del Estado; el mismo concluyó con la asignación, para el Partido Independiente, de tres ámbitos fundamentales de gestión de políticas públicas. Tanto el Banco Hipotecario, INAU y Corte Electoral representan, a nuestro entender, instituciones llamadas a instrumentar, en un corto plazo, medidas sumamente necesarias y en algunos casos de extrema urgencia. Nadie puede desconocer la sensibilidad social entorno al Instituto del Niño y Adolescente, de los numerosos fracasos de la administración anterior en su intento por encausar iniciativas de contención y protección integral de estos sectores; recordemos las transformaciones estructurales del Propio Banco Hipotecario que insumieron todo un período, con idas, vueltas y medias tintas, obteniendo como único resultado, la ausencia en materia de construcción de nuevos núcleos y créditos menos atractivos que los ofrecidos en la plaza financiera; no podemos desconocer la importancia que reviste la necesidad de modernización de los instrumentos y herramientas existentes en el supremo órgano de contralor democrático, como lo representa la Corte Electoral, así como la imperiosa necesidad de reformar las normas electorales existentes. Pues bien, nuestro Partido será parte de las transformaciones que se instrumenten desde estos ámbitos; la idoneidad y experiencia de la compañera y los compañeros que hemos asignado para que nos representen, constituyen una garantía para impulsar transformaciones.

A estas circunstancias, debemos agregar la casi segura participación de compañeros dirigentes locales en los nuevos gabinetes departamentales, lo cual, da prueba que cuando una organización política cuenta con un conjunto de mujeres y hombres ligados a una trayectoria de compromiso, capacidad y honestidad, son convocados a compartir una responsabilidad y a construir cambios que alienten el desarrollo nacional. Por tanto, parece ser que la afirmación de “partido testimonio” no se ajusta a la performance que perfila a esta colectividad.

Nuestra razón de ser y existir no solo se sustrae a evidenciar el descontento creciente de la ciudadanía hacia las tres fuerzas políticas tradicionales por su forma de hacer política y gobernar; fundamentalmente el “PI” formuló, en cada Departamento y en cada Municipio que optó por dar pelea, un conjunto de propuestas programáticas que dieron y dan cuenta de una verdadera vocación por impulsar una mejor calidad de vida de los vecinos.

Empero, los datos que surgen de los resultados son muy tozudos, nos revelan una realidad y nos sugieren una necesaria reflexión interna, un análisis profundo, desprovisto de pasiones o cuestionamientos que arrojen sentencias y conclusiones precipitadas, una revisión que nos permita capitalizar lo que viene y conducirnos a reforzar elementos endebles de nuestra organización, lo que falta, orientando siempre el trabajo político de forma permanente y no reservado a la zafra electoral.

La presencia del Partido en ámbitos de gobierno central, y también en lo departamental, debe suponer una mayor proyección y visibilidad pública para que la ciudadanía conozca compañeros y vea al Partido desarrollando políticas en estos ámbitos. El desafío que ello supone, coloca al Partido en un escenario nuevo y diferente que nos obliga a pensar una organización partidaria fuerte y dinámica.

A nuestro entender el PI debe abordar asuntos organizativos que mejoren la estructura y generen espacios de comunicación que actúen de vasos comunicantes entre nuestros representantes, el colectivo partidario y la opinión pública. Esta complementariedad debe estar ligada al fortalecimiento de las departamentales, donde éstas, deberán intervenir, en el marco de sus estructuras existentes y en las nuevas que necesariamente tendrán que construir, proponiendo y opinando sobre los aspectos locales y nacionales de gestión de políticas que se desarrollen desde las administraciones, en una palabra, involucrarse con el ejercicio de gobernar, en sus municipios, intendencias y en los lugares que nos toque desenvolvernos.

Para esta alentadora y desafiante etapa, que el PI se apresta a encarar, debemos invertir nuestros esfuerzos, sin ninguna austeridad, en beneficio de una organización política con áreas y responsabilidades fortalecidas y dinámicas, pero sin descuidar la capacidad de asimilar diferencias e internalizando, aún más, la responsabilidad, la solidaridad y el compañerismo.

Lo que viene y lo que falta / Martín Apecech

Aunque los resultados numéricos, de casi todos los lugares donde el Partido Independiente compareció el pasado 9 de mayo, no fueron los que deseamos, en ninguno de los casos podemos concluir con una evaluación negativa y menos aún extremarnos, dictaminando un fracaso. La participación del Partido, con sólidas propuestas en cada programa departamental e idóneas personas como candidatos, cumplió con el deber republicano de proponer a la ciudadanía una alternativa viable y diferente a la que ofrecía el menú electoral, permitiendo así, que miles de ciudadanos con clara y firme convicción independiente, tuvieran el derecho y la posibilidad de sufragar por una opción que no fuera las de los partidos tradicionales de izquierda y derecha.

Sin embargo, tras el desenlace de aquel domingo, para algunos analistas, el Partido Independiente se ubica como un partido testimonial, con un escaso peso electoral y por lo tanto sin posibilidades de incidencia en los temas elementales del país. Ciertamente, para los Independientes nos resulta muy complejo crecer, cuantitativamente y en términos globales cuando se trata de instancias electorales departamentales, más aún con las rígidas reglas electorales actuales; es real, ello nos limita en participar de decisiones de muchos asuntos, pero aclaremos y subrayemos: nos limita, no nos impide.

El criterio de apertura que impuso el nuevo gobierno nacional electo, dio paso a un proceso de negociaciones para integrar a la oposición en cargos de organismos del Estado; el mismo concluyó con la asignación, para el Partido Independiente, de tres ámbitos fundamentales de gestión de políticas públicas. Tanto el Banco Hipotecario, INAU y Corte Electoral representan, a nuestro entender, instituciones llamadas a instrumentar, en un corto plazo, medidas sumamente necesarias y en algunos casos de extrema urgencia. Nadie puede desconocer la sensibilidad social entorno al Instituto del Niño y Adolescente, de los numerosos fracasos de la administración anterior en su intento por encausar iniciativas de contención y protección integral de estos sectores; recordemos las transformaciones estructurales del Propio Banco Hipotecario que insumieron todo un período, con idas, vueltas y medias tintas, obteniendo como único resultado, la ausencia en materia de construcción de nuevos núcleos y créditos menos atractivos que los ofrecidos en la plaza financiera; no podemos desconocer la importancia que reviste la necesidad de modernización de los instrumentos y herramientas existentes en el supremo órgano de contralor democrático, como lo representa la Corte Electoral, así como la imperiosa necesidad de reformar las normas electorales existentes. Pues bien, nuestro Partido será parte de las transformaciones que se instrumenten desde estos ámbitos; la idoneidad y experiencia de la compañera y los compañeros que hemos asignado para que nos representen, constituyen una garantía para impulsar transformaciones.

A estas circunstancias, debemos agregar la casi segura participación de compañeros dirigentes locales en los nuevos gabinetes departamentales, lo cual, da prueba que cuando una organización política cuenta con un conjunto de mujeres y hombres ligados a una trayectoria de compromiso, capacidad y honestidad, son convocados a compartir una responsabilidad y a construir cambios que alienten el desarrollo nacional. Por tanto, parece ser que la afirmación de “partido testimonio” no se ajusta a la performance que perfila a esta colectividad.

Nuestra razón de ser y existir no solo se sustrae a evidenciar el descontento creciente de la ciudadanía hacia las tres fuerzas políticas tradicionales por su forma de hacer política y gobernar; fundamentalmente el “PI” formuló, en cada Departamento y en cada Municipio que optó por dar pelea, un conjunto de propuestas programáticas que dieron y dan cuenta de una verdadera vocación por impulsar una mejor calidad de vida de los vecinos.

Empero, los datos que surgen de los resultados son muy tozudos, nos revelan una realidad y nos sugieren una necesaria reflexión interna, un análisis profundo, desprovisto de pasiones o cuestionamientos que arrojen sentencias y conclusiones precipitadas, una revisión que nos permita capitalizar lo que viene y conducirnos a reforzar elementos endebles de nuestra organización, lo que falta, orientando siempre el trabajo político de forma permanente y no reservado a la zafra electoral.

La presencia del Partido en ámbitos de gobierno central, y también en lo departamental, debe suponer una mayor proyección y visibilidad pública para que la ciudadanía conozca compañeros y vea al Partido desarrollando políticas en estos ámbitos. El desafío que ello supone, coloca al Partido en un escenario nuevo y diferente que nos obliga a pensar una organización partidaria fuerte y dinámica.

A nuestro entender el PI debe abordar asuntos organizativos que mejoren la estructura y generen espacios de comunicación que actúen de vasos comunicantes entre nuestros representantes, el colectivo partidario y la opinión pública. Esta complementariedad debe estar ligada al fortalecimiento de las departamentales, donde éstas, deberán intervenir, en el marco de sus estructuras existentes y en las nuevas que necesariamente tendrán que construir, proponiendo y opinando sobre los aspectos locales y nacionales de gestión de políticas que se desarrollen desde las administraciones, en una palabra, involucrarse con el ejercicio de gobernar, en sus municipios, intendencias y en los lugares que nos toque desenvolvernos.

Para esta alentadora y desafiante etapa, que el PI se apresta a encarar, debemos invertir nuestros esfuerzos, sin ninguna austeridad, en beneficio de una organización política con áreas y responsabilidades fortalecidas y dinámicas, pero sin descuidar la capacidad de asimilar diferencias e internalizando, aún más, la responsabilidad, la solidaridad y el compañerismo.

El ParlaSur y la soberanía nacional / Pablo Mieres

La primera disputa fuerte entre el partido de gobierno y la oposición en este nuevo período de gobierno se ha producido como resultado del debate en torno a la representación de nuestro país en el ParlaSur. De acuerdo a la normativa vigente el Parlamento del MERCOSUR se integra con número igual de parlamentarios de los países miembro, Uruguay entonces debe integrar su delegación de 18 representantes.
Lo primero es lo primero, y en tal sentido debemos decir que siempre nos ha parecido un grave error el paso institucional que se dio en la pasada legislatura cuando se aprobó la creación del Parlamento del MERCOSUR. Nosotros somos convencidos de que en materia de relacionamiento internacional es necesario que los procesos de integración avancen y, en la medida que se hace necesario, el resultado de dichos avances determine la creación de nuevas estructuras institucionales. Pues bien, el Parlamento del MERCOSUR es un claro ejemplo de haber puesto la institución antes que su utilidad.

En efecto, quien esto escribe integró la representación de Uruguay al organismo que precedió al Parlamento del MERCOSUR, que se denominaba la Comisión Parlamentaria Conjunta. Este ámbito estaba integrado por cuatro representantes de los Parlamentos nacionales por cada país, eran solo cuatro y, sin embargo, la delegación uruguaya estaba integrada por los cuatro partidos con representación parlamentaria.

La Comisión Parlamentaria Conjunta del MERCOSUR era un ámbito deliberante sin ningún tipo de poder efectivo que se reunía para emitir declaraciones políticas sobre temas relevantes pero con nula o escasa trascendencia en el escenario de nuestros países.

Nada cambió con el paso del tiempo, sin embargo los gobiernos del MERCOSUR, en ese impulso vacuo y cargado de retórica que caracterizó al bloque en 2005 y 2006, resolvió transformar a la humilde y poco efectiva Comisión Parlamentaria Conjunta en el también inútil pero ahora mastodóntico y rimbonbante Parlamento del MERCOSUR.

La “carreta delante de los bueyes”. En vez de esperar a que la existencia de un parlamento regional se hiciera necesaria, como esperó Europa en su largo y complejo proceso de integración, se impulsó con la espasmódica grandilocuencia de la peor tradición latinoamericana, la creación de un Parlamento incapaz de tomar cualquier decisión como si por el mero hecho de llamarse así pudiera convertirse en un actor político relevante.

En pleno éxtasis “progresista”, la bancada parlamentaria del partido de gobierno ocupó la mayoría absoluta de los cargos en el ParlaSur porque así lo permitían los números y las proporciones que surgieron de los resultados electorales de las elecciones nacionales de 2004.

Sin embargo, ahora en 2010 cuando debe renovarse la representación parlamentaria de nuestro país ante ese ámbito, los números y la aplicación de la representación proporcional, que es el procedimiento histórico y tradicional utilizado en el Parlamento por ejemplo para elegir la Comisión Permanente y para definir la distribución de cargos en las Comisiones Parlamentarias, no le permite al partido de gobierno mantener su mayoría absoluta.

Efectivamente, la proporcionalidad aplicada a la elección por listas asignaba nueve cargos al partido de gobierno y nueve cargos al partido de oposición. Por otra parte, con esa distribución se alcanzaba un objetivo político que había estado presente en la historia anterior de la representación parlamentaria ante el MERCOSUR, que los partidos con representación parlamentaria estuvieran todos representados en ese foro de debate.

¿Por qué la bancada del partido de gobierno actuó con intransigencia, contradictoria con la actitud que en forma simultánea el Poder Ejecutivo adoptaba con generosidad en su propuesta de coparticipación? ¿Por qué la bancada del partido de gobierno asumió el costo político de actuar con intolerancia, llevándose por delante el respeto a las reglas de juego tradicionales del funcionamiento parlamentario?

Resulta difícil aceptar que ello se deba a la necesidad de otorgar un décimo lugar a algún miembro de la bancada de gobierno; lamentablemente la única explicación consistente es que el ParlaSur deberá votar en este período una modificación de su integración que implica pasar de una asignación de bancadas igualitarias por país a una distribución que prioriza los tamaños de los países miembro y para ello requiere del voto de la mayoría de los representantes de cada delegación nacional.

Ojalá nos equivoquemos y los representantes del partido de gobierno en el ParlaSur no usen una mayoría absoluta “trucha” y obtenida por el avasallamiento a la proporcionalidad política para actuar de manera “entreguista” ante las demandas de los países grandes de la región. Pero hasta ahora todo indica que esta es la razón principal que ha llevado a la bancada del Frente Amplio a cometer este grave error político.

Como dijimos más arriba, el ParlaSur hoy no es más que un adorno superfluo de un proceso de integración que, lamentablemente, hace varios años que permanece estancado, pero no por ello debemos entregar nuestra soberanía, porque nunca se sabe cómo van a evolucionar los acontecimientos y la garantía de los países chicos consiste en tener los instrumentos de defensa articulados y prontos para evitar eventuales abusos por parte de los países más grandes.

En todo caso el largo conflicto con Argentina sobre las plantas de celulosa ha sido una triste prueba del peso que los países grandes tienen frente a los chicos en materia internacional.

domingo, 13 de junio de 2010

La nueva coparticipación / Pablo Mieres

También se alcanzaron los acuerdos que permitieron la renovación de la integración de los organismos de contralor después de quince años de desencuentros.

El alcance de este hecho, que se celebró debidamente el pasado lunes en el Palacio Legislativo, supone desde nuestro punto de vista, el comienzo de una nueva época en la que se ha reinstalado la coparticipación política.

En efecto, si analizamos las características más profundas de la democracia política uruguaya debemos concluir que esta se ha sostenido fundamentalmente sobre la base de dos grandes instrumentos que componen nuestra cultura política democrática.

El primer componente refiere a la construcción de las garantías del sufragio, la transparencia de los procedimientos electorales y la fortaleza de nuestro régimen electoral que da certezas sobre los veredictos que surgen del voto de los ciudadanos.

El segundo componente, tan importante como el anterior porque contribuyó grandemente a pacificar nuestra vida política, fue un sistema de coparticipación por el que el partido ganador daba espacios de gestión y participación en los entes y servicios del Estado al otro partido que permanecía en la oposición.

Durante el largo ciclo del viejo bipartidismo, blancos y colorados desarrollaron la coparticipación como un mecanismo que ayudaba al buen funcionamiento de nuestra democracia.

Sin embargo, esa vieja práctica se fue desnaturalizando al tiempo que el bipartidismo entró en crisis. En efecto, cuando ya colorados y blancos dejaron de ser el 90% del electorado y fueron reduciendo sus apoyos electorales a niveles cada vez más cercanos al 50%, mientras emergía un tercer y un cuarto partido, los viejos partidos tradicionales siguieron cultivando un sistema de coparticipación que se convirtió en excluyente en tanto dejó fuera a las nuevas colectividades políticas que representaban a crecientes sectores ciudadanos.

Después de una señal positiva producida en el primer gobierno del Dr. Sanguinetti a la salida de la dictadura que incluyó al Frente Amplio en cargos de la Administración, en los años noventa los sucesivos gobiernos de los partidos tradicionales no integraron en la conducción de los entes y servicios a representantes de los demás partidos.

Esta postura excluyente llegó al máximo en el año 2000, cuando el nuevo gobierno ocupó todos los cargos de la Administración entre blancos y colorados cuando estos representaban apenas el 55% de los votos.

El primer gobierno del Frente Amplio en el año 2005 ratificó la política excluyente y con el 50% de los votos ocupó en forma monolítica todas las responsabilidades de gestión en el aparato del Estado.

Esta lógica excluyente ha estado acompañada de un discurso de polarización y descalificación de los adversarios que ha construido una disputa entre "buenos y malos" sustentado en la proclamación de proyectos alternativos y contrapuestos. Así se construyó el "país de las dos mitades" que muchas veces ha trabado las oportunidades de los entendimientos.

Pues bien, la decisión y la obstinada voluntad del Presidente José Mujica junto a la buena voluntad de todos los partidos de oposición, han transformado esta situación y han reinstalado la vieja coparticipación política, ahora adecuada a la nueva realidad multipartidaria y pluralista.

El 7 de junio se instaló la nueva coparticipación adaptada a la realidad política del siglo XXI que incluye la presencia de cuatro partidos en la corresponsabilidad de gestionar las empresas y servicios del Estado.

Esto no significa cogobierno. En absoluto. La entera responsabilidad del gobierno es del Frente Amplio que tiene a su cargo el Poder Ejecutivo, pero la oposición está incluida en la administración de los entes públicos con la principal función de controlar a la mayoría que es la encargada de gobernar, pero también con la sana intención de aportar y acompañar aquellas iniciativas positivas que ayuden al mejor funcionamiento del organismo correspondiente.

Esta coparticipación tampoco implica la desaparición de las diferencias. Como bien dijo el propio Presidente, no se espera que los partidos de oposición moderen sus discrepancias o sus críticas a la gestión de gobierno. No se ha impuesto ningún tipo de condición a esta coparticipación.

Pero, aunque no exista condicionamiento alguno, la mera coparticipación implica un cambio en las relaciones entre los partidos que seguramente sustituirán la mecánica de la confrontación y la polarización por la competencia y la lucha por la alternancia sin que ello implique una discusión agonal entre modelos excluyentes.

Este es un aporte sustancial que el actual Presidente ha hecho al funcionamiento político de nuestro sistema democrático y es justo y leal reconocerlo así, pues nada obligaba a que así actuara.

jueves, 10 de junio de 2010

Marcelo Trías calificó de "histórica" la reunión mantenida con el intendente electo de San José

El titular del Partido Independiente en el departamento de San José, Marcelo Trías, calificó de "histórica" para su sector la reunión que este miércoles mantuvo con el Intendente electo José Luis Falero que la Quinta del Horno.

El adjetivo fue utilizado por Trías luego de que el próximo jefe comunal le confirmara que tomaría la idea del PI de conformar una Dirección de Desarrollo Social durante la próxima administración.

"La Dirección de Desarrollo Social era un viejo anhelo nuestro. Era una propuesta que la tuvimos en mayo del 2005 y la reeditamos para estas últimas municipales, más preocupados que en la ocasión anterior porque con más razón veíamos la necesidad del departamento de contar con una dependencia de ese tipo", dijo. "No concebimos un departamento si no se desarrolla socialmente", añadió.

Trías comentó que "los más beneficiados con esto van a ser la infancia y la familia, la gente de más bajos recursos, la gente más débil del departamento. La Dirección va a ser pensada para programa, dirigir y crear políticas sociales para el departamento", comentó al respecto.

El dirigente lanzó a Falero algunos planteos concretos en materia de sectores a ser atendidos y programas. "Pensamos en un plan de empleo social para personas de bajos recursos, madres desempleadas, madres solteras, personas que ya están en una edad donde conseguir trabajo es complicado o, por el contrario, que están en busca de su primera experiencia laboral".

En otro orden, Trías informó que el Intendente electo invitó a su partido a participar "en la interna de la discusión de presupuesto quinquenal. Pensamos que se abre una brecha en el funcionamiento de la Intendencia", finalizó el dirigente.

lunes, 7 de junio de 2010

Secundaria a prueba

La comisión multipartidaria de educación plantea llevar a cabo una reforma estructural de la enseñanza media en el actual período de gobierno. Los ejes de la discusión al momento son: la concentración de profesores en un liceo, la creación del Instituto Universitario de Educación y la instalación de una prueba nacional de egreso de secundaria, que generó polémica en el ámbito docente.

Con la idea de transformar el sistema de educación media, la comisión integrada por los cuatro partidos políticos se encuentra elaborando un proyecto que tiene como fin subsanar los problemas que afectan hoy a la enseñanza secundaria. Se destacan el bajo número de egresos (un tercio del total de estudiantes) y la incapacidad para aumentarlo (en los últimos veinte años, pese a los sucesivos intentos, el número de egresos no ha variado sustantivamente), además de la gran diferencia de accesibilidad a la educación entre los distintos sectores sociales y las diferencias de nivel educativo entre los egresados.

Desde la comisión se subraya que el documento elaborado es un proyecto de los partidos y, a partir de que sea aprobado por los mismos, se pondrá a consideración de los docentes, las autoridades de la educación y la opinión pública, para proyectarse luego como política de Estado.

La propuesta principal es establecer una “prueba nacional de egreso” del liceo. En un principio sería a modo de diagnóstico, para evaluar las asimetrías existentes entre los jóvenes que egresan de sexto año en todo el país. Es destacada por sus impulsores como una medición sin precedentes para conformar una base de datos objetivos y claros.
Tal como declaró el delegado del Partido Independiente Javier Lasida a El Espectador, el objetivo es tener “en cuanto a aprendizaje de los estudiantes, una información precisa, rigurosa y comparable de cuánto aprendieron y qué aprendió cada uno de los que egresan de la educación media”. La propuesta es que la prueba se realice desde el Instituto de Evaluación (cuyo principal cometido es evaluar la calidad de la educación nacional, a través de estudios específicos) que se creó en la Ley de Educación y que requiere un dispositivo independiente a los docentes.

En contacto con Sala de Redacción, el secretario general de la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (FENAPES) Manuel Oroño manifestó estar “radicalmente en contra” de la prueba nacional de egreso propuesta por la comisión multipartidaria: “Entendemos que el espíritu tiene que ser que la ANEP, el ente autónomo que constitucionalmente se encarga de lo educativo -por supuesto que atendiendo a todos los actores involucrados a la educación-, es la que tiene que llevar adelante la política educativa, teniendo su propio sistema de evaluación. No debe existir un organismo externo, con una objetividad que nunca existe, que diga ‘este liceo es bueno, éste es regular, estos profesores tal cosa, éstos tal otra’, y que eso empiece a circular en los grandes medios de comunicación y se diga ‘no, el liceo de Artigas obtuvo resultados espantosos comparado con el otro’”.

El funcionario declaró que el proyecto apunta a la “mercantilización de la educación, ya que es un elemento tomado de la política de calidad de las empresas. Lo que van a hacer es utilizar la educación como una mercancía más, y por lo tanto, usar los indicadores para hacer que el potencial consumidor (no usuario), en este caso de educación, evalúe qué producto consume”. Y aclaró: “En lo que no estamos de acuerdo es que sirva para generar un ‘ranking’ educativo a nivel nacional que contribuya a reflotar o reavivar un ‘mercado educativo’”.

La propuesta de FENAPES según Oroño es “que se discuta en concreto qué se quiere, y en función de eso si la ANEP puede tomar medidas para realizar algunas evaluaciones. Pero si es cuestión de apurar la cosa, para que este organismo externo, apolítico, objetivo dé información pública sobre los estándares de educación y calidad, no”.

Además de la prueba de egreso, los partidos también se encuentran discutiendo la creación del Instituto Universitario de Educación como ente autónomo. Según el documento se apunta a la “profesionalización” del cuerpo docente, evaluando su desempeño en el aula, y fomentando los cursos de posgrado y las investigaciones.

También se toma como iniciativa la “concentración docente” en un liceo. La misma permitiría que los docentes adquieran un sentimiento de pertenencia a una institución, que promueva un mayor conocimiento de la realidad de los alumnos.

Las tres propuestas apuntan -según el documento- a un cambio del sistema educativo que posibilite que para 2015 todos los alumnos culminen el ciclo básico y que la mitad de los adolescentes de 18 años termine el ciclo superior, mientras que para 2030 el objetivo es “que todo joven haya completado los catorce años de escolaridad”.

Marcelo Sajevicas

domingo, 6 de junio de 2010

Orígenes de la socialdemocracia

La socialdemocracia surge a finales del siglo XIX y principios del XX del seno del marxismo. Creían que la transición a una sociedad socialista podía lograrse mejor mediante una evolución dentro de la democracia representativa que por una revolución o algún otro medio alternativo al sistema electoral de partidos. Con anterioridad, se describía a los socialdemócratas como socialistas reformistas (dado que abogaban por el desarrollo del socialismo a través de reformas parlamentarias graduales) en contraste con los socialistas revolucionarios, que pretendían alcanzar el socialismo mediante una revolución obrera.

La necesidad de articular políticamente el movimiento proletario hizo que en las conclusiones de la Conferencia de Londres que dio origen a la creación de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT, 1864) se aconsejara la creación de partidos políticos revolucionarios. Estos partidos serían los defensores de las ideas sostenidas por la Internacional, inspiradas prioritariamente en el pensamiento marxista, y se articularían como "vanguardia organizada de las fuerzas proletarias". El primer partido socialdemócrata fue el alemán (SPD, 1869), señalado como ejemplo a seguir por los propios líderes de la Internacional. Tomado como modelo se crearon los partidos socialdemócratas de España (1879), Bélgica (1885), Austria (1889), Hungría (1890), Polonia (1892), Bulgaria y Rumania (1893), Holanda (1894) y Rusia (1898). Un desarrollo político muy importante tuvieron los partidos socialdemócratas escandinavos (Dinamarca, 1879; Noruega, 1887; Suecia, 1889). Los partidos socialistas de la Europa Occidental siguieron una línea más laborista y de hecho nunca adoptaron tal denominación.

En la época de su fundación, todos estos partidos nacionales tuvieron planteamientos ideológicos muy semejantes, inspirados en el triunfante marxismo, una vez expulsados los anarquistas de la II Internacional (1896). Inicialmente los partidos socialdemocratas incluyeron socialistas revolucionarios como Rosa Luxemburgo y Lenin, moderados o centristas que defendia la ortodoxia o camino intermedio como Karl Kautsky y Jean Jaures y partidarios de una aproximación gradual y evolucionaria como Eduard Bernstein.

Sin embargo, pronto se abrió una profunda brecha ideológica del arte de Bernstein quien expuso una serie de críticas a la línea marxista en su obra Las premisas del socialismo y las tareas de la socialdemocracia (1899), donde se condenaban la práctica revolucionaria y la aspiración a una dictadura del proletariado, y analizaba la posibilidad de transformación del capitalismo al socialismo mediante un proceso de reformas políticas y económicas; la consecución de estas reformas debían figurar en adelante como objetivo prioritario del movimiento obrero, por lo que no debían excluirse la utilización de la confrontación electoral y la presencia parlamentaria de los partidos socialdemócratas. Aunque las tesis de Bernstein fueron condenadas por casi todos los partidos, su posicionamiento (denunciado por los continuistas como revisionismo) tuvo una amplia influencia en el socialismo internacional.

viernes, 4 de junio de 2010

"Subirse al carro" / Lucía Machiarena

Uno de los grandes desafíos a los que debemos enfrentarnos quienes formamos parte de partidos emergentes como el PI, es el de persuadir a nuestros potenciales votantes acerca de la conveniencia de invertir su sufragio en una opción política sin posibilidades reales de acceder al triunfo.

Una y otra vez comprobamos que, en la mayoría de los casos, la ciudadanía es más proclive a optar por partidos y candidatos que ven como probables ganadores de las contiendas electorales.

Si nos aventuramos en la empresa de descubrir el trasfondo de esta innegable realidad, es posible plantear varias hipótesis. Podría ser una explicación plausible el enorme tradicionalismo de nuestra sociedad, que conduce a que se vea con gran reticencia cualquier intento de innovación. No obstante, si nos adentramos en el terreno de la psicología, la justificación se halla en el fondo más primitivo del cerebro humano: el irrefrenable impulso de dejarse arrastrar por la manada, que en tiempos pretéritos sin lugar a dudas fue de gran utilidad para sobrevivir en el medio adverso y peligroso que habitaron nuestros prehistóricos antepasados.

Sin embargo, no es menester retrotraernos tanto en el tiempo si pretendemos apreciar ejemplos concretos de cómo esta tendencia de "votar a ganador", ha sido de vital relevancia a la hora de definir importantísimos triunfos electorales.

Hablemos de un hombre muy singular llamado Dan Rice, un norteamericano que trabajaba como payaso de circo. Personaje que llegó a obtener gran reconocimiento en su país, no en vano el biógrafo David Carlyon publicó en 2001 un libro en su honor titulado " The most famous man you`ve never heard of".

En 1848 su influencia resultó crucial en la definición de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos. El panorama evidenciaba una fuerte competencia entre el Partido Demócrata, que en ese momento era la mayoría, y el Partido Whig (puesto que aún no se había fundado el Partido republicano). El candidato del Partido Whig era el héroe de la guerra Mexicano-Americana, Zachary taylor, quien contó con el incondicional apoyo del payaso Rice.

Dan Rice tenía un bandwagon, nombre con el que se identificaba al carro del circo en donde iba una banda musical con el cometido de llamar la atención de quienes concurrían al espectáculo. El perspicaz protagonista de esta anécdota, tuvo la brillante idea de utilizar a carro de circo como atractivo de la campaña, llevando en sus recorridas no solo a los músicos, sino también al candidato presidencial y los principales dirigentes del Partido Whig. La estrategia dio sus frutos y la popularidad de Taylor se acrecentó a un ritmo incontenible, lo mismo ocurrió con la cantidad de dirigentes que subían al bandwagon a acompañarlo. Allí nació la expresión "subirse al carro", y fue gracias al carro del circo de Dan Rice que Zachary Taylor se convirtió en el décimo segundo presidente de los Estados Unidos.

Más de un siglo y medio después, el efecto bandwagon continúa siendo muy efectivo. En nosotros está a cargo la misión de convencer a la ciudadanía de que el voto es, ante todo, una cuestión de convicción que va mucho más allá de las presiones de las mayorías y su concepto del "voto útil".

No es un desafío sencillo. Pero debemos tener en cuenta que, si nos guiamos por el inquebrantable impulso del compromiso con nuestras ideas, lo imposible sólo dependerá de nosotros mismos.

jueves, 3 de junio de 2010

Cajas de auxilio: una conquista esencial de los trabajadores / Daniel Radío

"Fue una larga lucha del Sindicato,
iniciada tras la salida dictatorial...
la que concretó el viejo anhelo
que ahora podemos presentar con orgullo"
Dr. Juan Carlos Macedo,
Ex presidente del SMU
en oportunidad de la creación de CASEMED




La ley 18.211 también conocida como "la ley grande de la reforma" determina en su artículo 69 que "los trabajadores comprendidos en el régimen de Cajas de Auxilio... se incorporarán al Seguro Nacional de Salud no más allá del 1º de enero de 2011". Como la ley no establece la modalidad de incorporación, una aplicación estricta de la letra fría de la norma mencionada significa, lisa y llanamente, la inminente expedición de una partida de defunción para las Cajas de Auxilio o Seguros Convencionales de Salud.
De hecho en la reforma de la Salud no está prevista la incorporación de las Cajas de Auxilio sino de "los trabajadores comprendidos en el régimen". Y quienes han timoneado la reforma, por más que manifiestan no tener objeciones en que "los seguros convencionales continúen funcionando" implacablemente avanzan en el sentido de su muerte por inanición y hasta, en algunos casos, ya se está procediendo a la liquidación.

Las prestaciones que las Cajas de Auxilio brindan a los trabajadores, son sustantivamente superiores a las que ofrecía la ex DISSE y ni que hablar ahora, cuando el FONASA ya no se hará cargo del subsidio por enfermedad y éste estará topeado, para los trabajadores privados, en un líquido máximo mensual de hasta $ 5.484. O sea: una rebaja salarial. ¿Cuándo? Cuando el trabajador está enfermo.

Dicho en otras palabras, tranquilamente se asume que un trabajador privado enfermo, sin importar cual sea su nivel de ingresos habitual, no debe recibir más de $ 5.484 por mes y debe, en cambio, reestructurar rápidamente su nivel de gastos, de manera de lograr subsistir con la cifra mencionada.
Cumpliendo una nefasta profecía, lo que el trabajador recibirá como subsidio por enfermedad, peligrosamente se aproximará al mínimo necesario para la reproducción de su fuerza de trabajo.

Esto, que es así para la mayoría de los trabajadores privados del país, es particularmente grave en el caso de aquellos comprendidos por los seguros convencionales de salud (o Cajas de Auxilio), donde en el momento actual, con una contribución bipartita (de los trabajadores y de los empresarios) y sin costo alguno para el estado, se financia la cobertura sanitaria, el subsidio por enfermedad y unas cuantas prestaciones adicionales no sólo al trabajador sino también para su familia y, en algunos casos, aún después de haberse jubilado. Y todo esto sería borrado de un plumazo por determinaciones que ni siquiera ocultan una voraz vocación recaudadora.

Todo lo expuesto al principio es válido para un sector de la población trabajadora, pero excluye a otros importantes colectivos. Muy otras son las reglas de juego, por ejemplo, para los trabajadores públicos, a quienes se les permitirá "perforar" la decisión de establecer topes a los subsidios.

Pero lo que más nos importa destacar en esta oportunidad, es que las Cajas de Auxilio son organismos de seguridad social que han sido un modelo de gestión y un ejemplo digno de ser imitado, y que, lejos de suprimirlo, nuestro país podría y debería exhibir con orgullo. Constituyen un impresionante testimonio de cogestión obrero empresarial que, en lugar de ser aceptado o tolerado con resignación, debería ser entusiastamente promovido como un modelo filosófico emulable en otros ámbitos del quehacer nacional.

¿Esperando la carroza? / Iván Posada

Entre marchas y contramarchas. Apostando al diálogo como centro de su estrategia. Promoviendo, en un hecho sin precedentes, la participación de todos los partidos en la dirección de los organismos públicos. En medio de una inusitada luna de miel con el parlamento. El Presidente Mujica completó sus primeros noventa días de gobierno.

Más allá de las dudas que genera su gestión, y aún cuando las iniciativas legislativas son escasas para el tiempo transcurrido, el Presidente mostró su inveterada capacidad gestual. Gestos país adentro. Gestos país afuera. El saldo parece notorio: una popularidad a prueba de errores. A prueba de “acompañar el consenso” en la UNASUR permitiendo la designación de Néstor Kirchner como Secretario General. A prueba de la competitividad de la producción nacional exportable en caída libre, con excepción de Brasil. A prueba de la extemporánea y confusa comunicación de imponer tributos a la renta generada por residentes en el exterior. A prueba de rumores. A prueba de todo.

Es cierto, el gobierno no termina de delinear su rumbo. Se lanzan ideas que a poco de expresadas se corrigen o se postergan o se archivan. O simplemente cuesta bajarlas a tierra. Transformarlas en un proyecto o una acción viable. Mientras tanto, los partidos de oposición parecen aletargados. Casi espectadores de un gobierno que monta su escena. Como si no hubiera espacio para disentir. Como un jugador de ajedrez desorientado por la movida de su contendor. Víctimas de un encantamiento secular.

Como si el país estuviera ajeno a nuestras miradas, la vida sigue su curso. Y la realidad a la que día a día nos enfrentamos los uruguayos sigue ahí, porfiadamente, interrogándonos, pidiéndonos respuestas. Reclamándonos una reforma de la gestión educativa. La respuesta a la emergencia. Lamentablemente las señales del gobierno no generan esperanzas. Menos de veinte días después de haber acordado un documento que refleja los acuerdos y discrepancias en torno a la educación, el gobierno anuncia el envío de un proyecto que crea un instituto evaluador de la calidad educativa de la educación terciaria. Pero sorpresivamente, excluye de esa evaluación a la Universidad de la República. El reino de la autarquía. Clara señal de que en materia educativa poco se puede esperar de este gobierno. No hay disposición a enfrentar las corporaciones. La educación seguirá siendo el campo de batalla de una lucha ideológica retrógrada y perimida.



Igualmente preocupantes son los anuncios realizados por el equipo económico de gobierno. Especialmente porque consolidan la pérdida de competitividad de la producción nacional. Con un dólar entre un 20% y 30% por debajo de su media histórica, la apuesta del gobierno es Brasil dependiente. Basta analizar el comportamiento del Tipo de Cambio Real (TCR) que publica el Banco Central del Uruguay, para confirmar tal aserto. Si comparamos marzo de 2010 con respecto a marzo de 2005, la competitividad global cayó más de 26%. Fuera de la región el indicador revela un deterioro de casi 38%, y con respecto a la región, algo más de 11%. La región muestra una situación dispar. Con Argentina, la capacidad de competencia se redujo en 37% en los últimos 5 años, mientras que con Brasil se mantiene levemente por encima, 1%. Vale recordar que el año base utilizado para estas comparaciones es el 2000, donde el país arrastraba un rezago cambiario generado en años anteriores.

La situación es parecida a aquel entonces. En el período marzo 1999-enero 2000, el destino de nuestras exportaciones era el que se muestra en la siguiente gráfica. Las exportaciones al Mercosur ya habían recibido el impacto de la devaluación brasilera de enero de 1999, cayendo de 51% a 35%, con respecto al año anterior.



Después de la crisis del año 2002, nuestro país tendió fuertemente a diversificar el destino de sus exportaciones, haciendo sostenible la estrategia de inserción internacional. La gráfica siguiente nos muestra el destino de nuestras exportaciones en el período marzo 2004-febrero 2005.



Finalmente, la composición actual del destino de nuestras exportaciones se refleja en el gráfico siguiente donde se muestra el período marzo 2009-febrero 2010.



El cambio significativo que debemos esperar a raíz de la crisis que enfrenta la Unión Europea es el deterioro nuestra capacidad de competencia, y consecuente la caída de exportaciones con ese destino. De hecho, aunque perdimos competitividad con Europa en los últimos 5 años, si analizamos el período marzo 2010 con respecto marzo 2000, el indicador de TCR en relación a los países europeos se mantenía –salvo el caso del Reino Unido- muy por encima, Alemania (19%), España (34%), Italia (26%), como consecuencia de la apreciación del euro con respecto al dólar.

En consecuencia, la dependencia con Brasil como principal destino de las exportaciones uruguayas se acentuará. Para corregir esta situación, era esperable que el Ministerio de Economía y Finanzas generara un mayor superávit primario que permitiera mejorar nuestra competitividad. Sin embargo, la proyección de déficit fiscal para 2015 es de 0.8% del PIB. En tal caso, si se cumplen las proyecciones del gobierno con respecto al tipo de cambio, los intereses que pagará nuestro país por concepto de la deuda pública será 3% del PIB, o sea que el superávit primario será apenas 2.2%, lo que es absolutamente insuficiente para corregir la pérdida de capacidad de competencia.

En particular nos preocupa la dependencia con Brasil. Especialmente si tenemos en cuenta la advertencia que el Premio Nobel de Economía Paul Krugman hiciera con respecto a Brasil, en diciembre del año pasado, alertando sobre la apreciación de la moneda brasilera. Aún cuando reconoció el buen desempeño de Brasil frente a la crisis internacional, expresó que ello no justifica los niveles de apreciación del real. Y alertó: "Los mercados están perdiendo contacto con la realidad." El tipo de cambio, dijo, está siendo empujado a un territorio "sin precedentes" que tiende a afectar a las exportaciones y que puede perjudicar la propia recuperación de la economía. Krugman también advirtió sobre el riesgo de que los flujos exagerados de capital extranjero alimenten la formación de “burbujas domésticas”. En los Estados Unidos, parte de la burbuja inmobiliaria se debió a fuertes ingresos de recursos externos, recordó.

La Unión Europea está tratando de capear la crisis que pone en cuestión su unión monetaria. En tales circunstancias mejor sería que fuéramos más precavidos. Que el superávit fiscal primario rondara al menos el 4% del PIB. De lo contrario estaremos muy expuestos, nuevamente, como en 1999, a los avatares de nuestro vecino norteño. El mundo está convulsionado. Este tiempo nos exige ser previsores. ¡Ojalá que así sea!
Cr. Iván Posada


Iván Posada es Diputado por Montevideo en representación del Partido Independiente. Es egresado de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad de la República, con el título de Contador Público-Licenciado en Administración. Posee un Posgrado en Finanzas y cursó la Maestría en Finanzas en el Centro de Posgrados de la misma Facultad.

"Silencio" sobre el acuerdo educativo

El historiador José Rilla, delegado del Partido Independiente en la comisión multipartidaria de educación, dijo a El País que los partidos políticos acordaron "otra cosa" distinta al proyecto de ley que anunció el Ministerio de Educación para crear una agencia que controlará a las universidades privadas y no a la Universidad de la República.

Rilla dijo, además, que hay "silencio" sobre el documento acordado en la comisión, que no coincide "con la expectativa del presidente José Mujica". El historiador reclamó que el gobierno "se pronuncie" sobre lo acordado en la multipartidaria.

Los delegados del Partido Nacional también alertaron que el documento acordado planteaba que la agencia le otorgaría "un trato similar" a las universidades públicas y privadas. El documento dice que la agencia "promoverá y asegurará la calidad de instituciones públicas y privadas".

Rilla indicó que la idea del ministro y el gobierno de que la agencia controle sólo al sector privado no es "nada nuevo", viene "de la administración anterior y siempre fue considerada inaceptable por la oposición y por el subsistema no estatal de educación".
Y afirmó:"Los partidos acordamos otra cosa, también el partido de gobierno. Ese acuerdo no es aún una política pública y ni siquiera es seguro que haya sido transmitido al Ejecutivo. Hay un silencio sobre todo el acuerdo que no coincide con el esfuerzo que se puso en él y mucho menos con la expectativa del presidente".

Rilla admitió que la educación superior "fue uno de los temas donde más se trancó la comisión", pero se alcanzó "un acuerdo razonable, que figura en el texto y supone la creación de una agencia independiente", lo que sería "una muy buena noticia para el sistema universitario".

Gobierno. El director de Educación, Luis Garibaldi, dijo que no está entre "los objetivos políticos" del Ministerio promover una agencia que controle a la Universidad de la República.

El delegado frenteamplista Pablo Álvarez, por su parte, dijo a El País que el proyecto de ley "no está cerrado bajo siete candados" y "será debatido en las cámaras". A su juicio, el proyecto de ley del oficialismo "atiende a la educación terciaria pública y privada", aunque "privilegia el contralor a las universidades privadas".

El País Digital

martes, 1 de junio de 2010

La hora de las contrapartidas Pablo Mieres

Este miércoles tendrá lugar la tan anunciada reunión entre los gobiernos de Uruguay y Argentina en la Estancia de Anchorena. Se trata de una instancia que de este lado del río está rodeada de expectativas puesto que son muchos y variados los temas relevantes para nuestro país que dependen de los avances en el diálogo entre ambos países.
El Presidente José Mujica ha dado señales evidentes y ostensibles sobre la importancia que para su criterio posee la recuperación de las buenas relaciones con el vecino país. Sus declaraciones, sus actitudes, sus decisiones han estado dominadas y dirigidas a recrear el clima de “buena voluntad” y la recuperación de las confianzas con el gobierno del otro lado del río.

Tanta importancia le asigna Mujica a este objetivo, que asumió los costos políticos que indudablemente existían al levantar el veto a Néstor Kirchner para que asumiera el cargo de Secretario General de la UNASUR. Es más, generó el primer flanco claro para la crítica por parte de los partidos de oposición y dejó con pocos argumentos a sus propios compañeros de partido.

Tan valiosa es, a juicio del Presidente uruguayo, la recuperación del vínculo con Argentina que en su discurso en UNASUR sus palabras fueron más lejos que las propias definiciones preestablecidas por su propio gobierno, dando una señal de mayor apoyo que un mero levantamiento del veto.

Es cierto que, en realidad, era poco lo que se estaba otorgando, en la medida de que la UNASUR es una entelequia sin existencia jurídica actual y con poquísimas atribuciones o competencias reales. Es poco más que una especie de “peña de boliche” entre los presidentes latinoamericanos para que algunos de ellos despunten el “vicio” de la encendida retórica discursiva que los caracteriza, marcando apoyos y condenas que no pasan del mero efectismo del discurso.

Es cierto que el “pavoneo” tonto del intratable y arbitrario ex presidente argentino intentó convertir este hecho en un gran logro para su carrera política. Pero no hay que ser muy inteligente para concluir que la Secretaría General de un organismo inexistente no puede tener ningún poder ni significación.

También es cierto que el Presidente Mujica ha sido por demás delicado con respecto a la insolente continuidad del bloqueo del puente, subvalorando la gravedad de la violación continua y constante que el gobierno argentino tolera a sabiendas de su ilicitud, y buscando “distraer la atención” hacia otros asuntos.

Toda esta paciencia que el Presidente de nuestro país ha tenido con respecto al gobierno argentino, se encuentra en un momento crucial en el que aquella capacidad de tolerar y aguantar lo injusto, se puede convertir en debilidad, ingenuidad y error.

Estamos llegando a la “hora de la verdad”. Si en esta reunión los representantes de nuestro gobierno no obtienen resultados palpables, visibles y claros de parte del gobierno argentino, entonces la buena voluntad expresada se habrá convertido en debilidad y fracaso.

Y los resultados palpables y visibles implica que se produzcan ciertos acuerdos irreversibles para concretar cosas tan importantes y justas para nuestro país como el dragado del Río Uruguay, la sustancial reducción de los costos de peaje del gas boliviano y de la interconexión eléctrica regional, así como la eliminación de las trabas comerciales que aquel país ha impuesto en los últimos tiempos.

El bajo perfil y la poca importancia que desde la orilla de enfrente se le ha asignado a este encuentro nos pone en situación de alerta.

Ya es hora de que el gobierno argentino de alguna señal de reciprocidad concreta ante tanta manifestación de buena voluntad uruguaya. No se caracteriza el gobierno de los Kirchner por su flexibilidad o su capacidad de diálogo; más bien uno tiene la sensación de que la estrategia de la “buena fe” y los gestos de generosidad no son criterios eficaces para tratar con gente que solo piensa y actúa en función del ejercicio del poder y de la correlación de fuerzas.

Ojalá nos equivoquemos y la estrategia de nuestro Presidente rinda sus frutos.

Pero las señales deben ser claras y ahora. Ya es hora de que se deje de violar la soberanía de nuestro Estado impidiendo el libre tránsito fronterizo tal como lo estableció el Tribunal del MERCOSUR hace ya varios años; tampoco es aceptable que ahora Argentina pretenda convertir un fallo muy claro de la Corte Internacional de La Haya, en una insostenible pretensión de monitorear el funcionamiento de la planta de celulosa en forma extralimitada y afectando nuestra soberanía territorial.

Si de la reunión de mañana no surgen novedades positivas que demuestren que el gobierno argentino ha comenzado a actuar con reciprocidad con respecto a los múltiples gestos de buena voluntad del Presidente Mujica, habrá que concluir que la estrategia seguida durante estos tres meses de gestión no fue la correcta, por lo que será imprescindible modificar la actitud en forma sustancial, por el bien de nuestros intereses nacionales y de nuestra soberanía.