miércoles, 15 de setiembre de 2010

30 años: por la Democracia vote NO / Pablo Mieres

Este año, el próximo 30 de noviembre, se cumplen treinta años del NO a la propuesta autoritaria de reforma constitucional de la dictadura. Esa noche comenzó el retorno a la democracia en nuestro país.

Por eso hemos decidido proponer a todos los partidos la organización de un evento en común para celebrar un acontecimiento inolvidable que quedará en nuestra memoria de manera imborrable. La idea es que el próximo 30 de noviembre los representantes de todos los partidos junto al pueblo, protagonista indiscutible de aquella jornada, recordemos con emoción la enorme grandeza de aquel pronunciamiento.

Todos juntos, los partidos, por encima de banderas e ideologías, debemos recordar y saludar aquel episodio histórico que representó la enorme convicción democrática de la inmensa mayoría de nuestro pueblo.

Estamos seguros de que esta iniciativa contará con el aval de todos los partidos y que encontraremos la manera de celebrarlo y conmemorarlo de forma que todos nos sintamos parte de esa historia.

Ya hemos tomado contacto con los principales dirigentes de todos los partidos y hemos recibido respuestas favorables que nos permiten imaginar la gran instancia pública que el aniversario merece.

Aquel día los uruguayos mandábamos una memorable señal al mundo. Era posible derrotar a una dictadura en las urnas, a pesar de que esta contaba con el monopolio del poder político y de la fuerza, a pesar de que contaba con la suma de la arbitrariedad, a pesar de que solo hubo campaña publicitaria a favor del SI, a pesar de que muchos quisieron hacernos creer que votar el SI era un camino para la democracia.

A pesar de que dos meses y medio antes en Chile la dictadura de Pinochet había logrado legitimar por Plebiscito otro proyecto constitucional autoritario. A pesar de que durante más de siete años la dictadura uruguaya había hecho lo que quiso a su real antojo y sin permitir ninguna manifestación crítica o de oposición.

En esa noche inolvidable, dominada por un tremendo silencio elocuente y rotundo, los uruguayos habíamos decidido, a la uruguaya, en las urnas y sin escándalo, comenzar a ponerle final a la década oscura y negra.

En esa noche mágica, comenzamos a creer que se había producido el heroico pronunciamiento cuando en la pantalla de televisión apareció la imagen del Ministro del Interior, Gral. Núñez, cuyo perceptible temblor en sus manos indicaba que algo sorprendente había ocurrido. Ese fue el instante en que dimos el primer paso de regreso a nuestra perdida democracia.

Antes se había realizado una campaña clandestina, valiente y soterrada, fundada en el "boca a boca" que promovía el histórico voto por NO, en las familias, entre amigos, con los vecinos y compañeros de trabajo.

Unos recorrieron el país visitando a los viejos dirigentes locales en los diferentes pueblos y ciudades del Interior del país, despertando las viejas y guardadas convicciones; otros pegábamos pequeños "pegotines" en los baños públicos, en las paradas de ómnibus, en las columnas de alumbrado público reclamando el voto por NO. Otros pudieron organizar hasta un acto en un cine, y otros finalmente pudieron participar del único espacio público autorizado en una Mesa Redonda televisada en la que los Dres. Enrique Tarigo y Eduardo Pons Etcheverry arrollaron a los patéticos representantes de la dictadura.

Finalmente, otros desde la cárcel o desde el exilio esperaban con mayor o menor esperanza que los uruguayos les dieran el mayor regalo posible, como efectivamente ocurrió.

Así, todos juntos, vivimos aquella noche inaugural de un nuevo tiempo. Así, todos juntos, debemos conmemorar las tres décadas de aquel hecho memorable que nos reafirmó definitivamente como un pueblo libre y democrático.

1 comentario:

  1. Ese día fue la primera vez que voté. Había sacado mi credencial en 1978 para entrar en la Facultad de Ciencias Económicas, pero nunca había tenido oportunidad de usarla hasta ese día.
    Por esa época yo no participaba en política, pero estuve en el cine que nombra Pablo en la nota, al salir del mismo había patrullas militares que se limitaron a mirarnos como nos íbamos. Por supuesto que todos salimos en silencio evitando cualquier provocación.
    Fue ese día la única vez junto al plebiscito para vender las empresas públicas (1992?) que la opción que voté ganó, todas las otras veces mi candidato perdió.
    Reciban un saludo desde el Movimiento de los Comunes.
    Roberto Baz.

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